La leche y los productos lácteos son una importante fuente de alimentos que proporcionan energía, proteínas, minerales y vitaminas de alta calidad. Para los productores lácteos, optimizar los programas de alimentación para satisfacer las necesidades nutricionales de las vacas durante el periodo de transición es fundamental para aumentar la producción de leche y la eficiencia operativa.

Los patógenos se introducen fácilmente en las granjas de rumiantes, ya sea por el pastoreo con animales salvajes o por la introducción de ganado vacuno u ovino infectado que no ha sido sometido a pruebas. A continuación, se propagan silenciosamente a través de los zapatos de los trabajadores, los neumáticos de los camiones de pienso o el estiércol sin tratar (que reintroduce huevos de parásitos y bacterias en los pastos).

Los rumiantes están constantemente expuestos a parásitos internos y externos, incluso en rebaños bien gestionados. Los parásitos comunes y de gran impacto, como los nematodos gastrointestinales (por ejemplo, Haemonchus en ovejas, Ostertagia en ganado vacuno), los gusanos pulmonares (por ejemplo, Dictyocaulus en el ganado vacuno), garrapatas (por ejemplo, Boophilus microplus en el ganado vacuno) y ácaros (por ejemplo, Psoroptes ovis en las ovejas) se propagan silenciosamente a través del pienso, los pastos o el contacto directo, por lo que es casi imposible evitarlos por completo.

Los patógenos se introducen fácilmente en las granjas de rumiantes, ya sea por el pastoreo con animales salvajes o por la introducción de ganado vacuno u ovino infectado que no ha sido sometido a pruebas. A continuación, se propagan silenciosamente a través de los zapatos de los trabajadores, los neumáticos de los camiones de pienso o el estiércol sin tratar (que reintroduce huevos de parásitos y bacterias en los pastos).